PARÍS - C'est la cata

En el ecuador de las Navidades me fuí de viaje a París, la espectativa de Fin de Año era dudosa por la cantidad de planes que mis amigos de allí me proponían día a día por Skype, pero la verdad me era indiferente el plan, el escenario era inmejorable y la compañía aún más.

En la cola del checking, en el principio se alzaba una mano, pero yo estaba placidamente mirando las musarañas. Era Gerard que volaba a NY, tenía algunas complicaciones con su vuelo, nos fumamos unos cigarros y cada uno se fué hacía su puerta de embarque.








Desde hace más o menos un año, nose que es lo que me pasa, pero la facilidad que tengo para dormir en el transporte público es alucinante, no soy capaz de llegar despierto al despegue de los aviones, dormido estuve un rato, y cuando desperté el espectáculo por el cual estaba sobrevolando era aún más alucinante que mi capacidad de insommnio.


Y no hay nada mejor que en la primera noche de un viaje, se te reciba con un plan, caras nuevas y cervezas.






Tone es de esas mujeres que aunque esté callada, no para de decir cosas, con su forma de mirar, de fumar, su actitud en general. Es de esas personas que hace de una fiesta de mierda, una buena, vaya, que la meto en la lista de "Personas a las que pagaría por estar en mi club".

Para mi es la protectora absoluta de Pau, que allí le llaman Pablo, porque sino se quedaría en "Po", y por ello recibe todos mis respetos. A parte de haberme cautivado.





@LeBaron






Con la resaca, desperté en un día gris, con frío y una humedad que podía notarse como caía del cielo. Quedé con mi nuevo mejor amigo, así es como he bautizado a Loic.



Mi mejor amigo de París, me llama a mi "mi mejor amigo de la Barcelona", ahora dice que soy un genio y que le encantan mis fotos. Un chico que habla poco al principio, pero conforme va pasando el tiempo las suelta cada vez más grandes e inteligentes.





Con los outfits, el vino, y todo el blanco y negro, estuvimos en casa de Tone y Emma, cogimos un taxi hasta el Hotel Costes, que pagué yo muy gustosamente, sin saber la tarifa por Fin de Año, y más siendo París.




Hotel Costes, extremadamente bonito, lujoso, y completamente aburrido, pero de lo extraña que era la situación tenía muchísima gracia.


Finalmente acabamos en un palacete al lado de Nottre Damm, con djs, gente un tanto pachanguera, y barra libre, lo que fué el detonante de que fuese una buena fiesta.




Hablando con Loic y Pau, llegamos a la conclusión de que el simple hecho de andar por las calles de París, la sensación de felicidad es extremadamente enorme. No es por algo en concreto, pero es una sensación muy agradable de la que no puedes evadirte ni estando a cero grados, los cuales pasan a otro plano sin importancia.






Pau, el pequeño en estatura y edad, en tres meses ha conseguido hacerse a una ciudad, su trabajo, sus inquietudes, y su día a día son estimulantes, supongo que es la sensación que tenemos todos al llegar a una nueva ciudad grande y con cosas que hacer.





Loic: vocabulario contemporáneo en París: C'est la catastrophe!



París puede ser una ciudad muy fría, impersonal, y distante, pero es tan estimulante, que la sensación de felicidad aún hoy perdura desde la fría, impersonal y distante Barcelona.